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Día 1: Descubre lo Imperdible y los Toques Locales de Copenhague
Copenhague es de fácil acceso gracias a su red de transporte bien desarrollada, que incluye metro, trenes, autobuses y amplias ciclovías.
Comienza tu día en Nyhavn, uno de los barrios más emblemáticos de Copenhague, con sus coloridas casas y animados cafés a lo largo del canal, perfectos para disfrutar de un café en una terraza. A solo unos minutos a pie, encontrarás el Palacio de Amalienborg, la residencia de la familia real danesa, donde podrás observar la ceremonia del cambio de guardia, un momento favorito para los visitantes.
Continúa tu exploración con la famosa estatua de la Sirenita, un símbolo icónico de la ciudad. Para el almuerzo, no te pierdas Torvehallerne, un mercado cubierto y vibrante donde podrás disfrutar de especialidades locales como el smørrebrød y descubrir una variedad de productos frescos, platos internacionales y comidas reconfortantes.
Para un toque cultural, no te pierdas el Museo Nacional de Dinamarca. Este museo te sumerge en la historia del país con fascinantes exposiciones que cubren la arqueología, las tradiciones y el arte danés a lo largo de los siglos. Es una verdadera inmersión en el pasado de Dinamarca y su identidad cultural.
Para cenar, dirígete a Kødbyen, el Distrito de la Carne, donde encontrarás el renombrado Kødbyens Fiskebar. Conocido por su marisco fresco y su ambiente relajado, este lugar ofrece una experiencia culinaria chic y accesible. El ambiente amistoso y los deliciosos platos lo convierten en una opción perfecta para una cena por la noche.
Para terminar tu primer día, dirígete a Refshaleøen. Lo que antes era una zona industrial, ahora se ha transformado en un espacio cultural alternativo. Con bares, restaurantes, galerías y lugares de conciertos, ofrece una atmósfera vibrante y relajada, alejada de las rutas turísticas tradicionales. Si buscas experimentar el alma local de Copenhague en un ambiente único, Refshaleøen es el lugar perfecto.
Día 2: Relajación y exploración junto al agua en Copenhague
Comienza tu día con un tranquilo paseo por Frederiksberg Have, un parque real que ofrece una vista del Palacio de Frederiksberg, antes de visitar el majestuoso Palacio de Christiansborg, que alberga el parlamento danés. Para el almuerzo, dirígete a Papirøen, un mercado de comida junto al agua, donde podrás disfrutar de platos locales e internacionales mientras contemplas las vistas del puerto.
Por la tarde, explora el Parque Superkilen, un parque moderno que simboliza la diversidad cultural de Copenhague, y luego visita el impresionante Diamante Negro, una extensión contemporánea de la Biblioteca Real junto al agua.
Para la cena, descubre la escena culinaria en Nørrebro en el Restaurante Radio, que ofrece cocina nórdica moderna y estacional, antes de finalizar la noche con un cóctel en Lidkoeb, un bar elegante con un ambiente acogedor y una excelente selección de cócteles.